Fuente: Prensa Comisión Desarme
09 de Julio 2012
Este lunes 9 de julio se celebra el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego. Venezuela desarrolla una amplia política en esta materia, con la incautación y destrucción permanente de armas. En menos de diez años, se destruyeron más de 264.607armas.
La Organización de Naciones Unidas fijó el 9 de julio como el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego tras la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en el año 2001, con el propósito de fortalecer aquellas acciones destinadas a la destrucción masiva de estos letales instrumentos.
En Venezuela, el Gobierno nacional a través del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia y los organismos de seguridad desarrolla un amplío despliegue en materia de destrucción de armas. Sólo en 2011 se destruyeron 130.145 armas y este mes de julio se realizará el primer acto de destrucción del año, en el cual se fundirán más de 16.118 armas. Desde 2003, el Estado venezolano ha destruido 264.607 armas, lo que pone a Venezuela a la vanguardia en esta materia en América Latina.
“La política del nuestro país en torno a la destrucción periódica y consistente de armas de fuego es una demostración efectiva de la voluntad que existe por parte del Gobierno, los Poderes Públicos y la sociedad civil organizada, de sumar esfuerzos para reducir las situaciones de violencia que afectan a nuestra sociedad y poder reducir la presencia de estos instrumentos de muerte”, indicó Pablo Fernández, secretario técnico de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme.
La fundición de armas de fuego se realiza en la Siderúrgica del Turbio (SIDERTUR), ubicada en Barquisimeto, estado Lara. Allí las armas se funden en un horno durante 45 minutos a 1.600 grados centígrados. Cumpliendo así con los protocolos de seguridad establecidos a nivel internacional.
Alfredo Roberto Missair, coordinador residente del Sistema de las Naciones Unidas en Venezuela, aseguró que la fundición de las armas garantiza una destrucción completa, absoluta y técnicamente segura. “Es la mejor forma de destruirlas porque las armas pasan a ser lingotes de metal que se transforman luego en cabillas, perfiles o en rieles: un uso más doméstico y menos agresivo”, explicó el experto durante su participación en el acto de destrucción que se realizó en el mes de septiembre del año pasado.
