jueves, 26 de abril de 2012

Experiencia guatemalteca: La “mano dura” sólo genera más violencia


Fuente: CGP
26 de Abril 2012

     Para el director del Grupo Seiba y especialista guatemalteco en temas de juventud Marcos Castillo, el uso de la “mano dura” por parte de las autoridades de seguridad es motivo para generar más violencia y menos espacios de paz y entendimiento en la sociedad, durante el Seminario Internacional “Jugando Seguro”.
     Esta afirmación la hizo durante su ponencia “Las Barras Bravas” en el encuentro internacional, organizado en el estado Táchira por los ministerios del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia (MPPRIJ) y para el Deporte (MPPD), es el espacio en el Consejo General de Policía (CGP) desarrolla una consulta para la elaboración de un manual de procedimientos para la brindar seguridad en eventos deportivos.

     Recalcó que el uso de “mano dura” hacia grupos sociales es un factor de imposición del Estado que no permite transformar ni buscar soluciones a los conflictos. 

     “La mano dura es una asimetría en que el Estado, en su capacidad de control y poder, impone sus reglas sin reconocer los derechos de los demás, generando una gran reacción de violencia en cadena con daños colaterales ante la negativa de buscar soluciones a los conflictos en espacios aptos para la libre expresión y la paz ciudadana”, explicó Castillo.

      Destacó: “Si nosotros necesitamos controlar un evento público con 3 mil o 4 mil efectivos donde usen armas represivas, es muy difícil que puedas generar transformaciones en esos espacios donde debería predominar la convivencia pacífica y la libre expresión de identidades sin que sean transgredidos”.

     Castillo explicó que durante sus 21 años de investigación y trabajo con los jóvenes de Centro América no ha encontrado soluciones que reconozcan el uso de la violencia como alternativa de control y transformación de los conflictos.

     “No hay fuerza, no hay capacidad, no hay recurso y no hay armas que puedan controlar a una gran masa humana que no tiene espacios para la expresión, que no se siente identificada y que no está siendo escuchada en sus necesidades básicas”, indicó.

     El experto en temas juveniles aseguró que las autoridades deben emplear mecanismos de diálogo y de trabajo mancomunado con los grupos sociales con el fin de establecer patrones de cambio en las conductas violentas y que sean generadoras de paz y de convivencia ciudadana