sábado, 22 de septiembre de 2012

La paz: objetivo, horizonte y desafío


Fuente: Comisión Presidencial Control de Armas Municiones y Desarme
22 de Septiembre 2012

     El 28 de septiembre de 2001, la asamblea general de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 55/282, mediante la cual se declara al 21 de septiembre de cada año como “Día Internacional de la Paz”; fecha que invitará a todos los pueblos a celebrar y observar la paz.

La declaración indica que el “Día Internacional de la Paz” se tendrá como una fecha de cesación del fuego y de no violencia a nivel mundial, a fin de que todas las naciones se sientan motivadas a cumplir una tregua de hostilidades.

Sin duda, la motivación que origina esta efeméride es noble en su intención. Al menos propicia un momento de reflexión sobre el valor de la paz para nuestros pueblos. Pero, de igual manera, estamos conscientes de que no basta con esto para transformar la realidad de violencia que agobia al planeta.

El logro de la paz es un desafío que ha movilizado por siglos a los seres humanos, quienes han enfrentado muchas dificultades: guerras, conflictos violentos, agresiones de diversa naturaleza y concepciones del mundo marcadas por estigmatizaciones. Pese a los intentos de construir la paz, de hacerla real, las discriminaciones, prácticas y ejercicios de poder de aquellos que atentan contra la dignidad humana han sido obstáculos persistentes y muchas veces de difícil superación para concretar este objetivo.

Nuestro planeta sufre hoy diversos conflictos armados que lo desangran. El hambre sigue devastando a buena parte de la humanidad, a pesar de que existen los mecanismos para hacer posible el “hambre 0” en todo el mundo. Un 20 % de la población consume los recursos del planeta a costa del 80%. El capitalismo, como modelo expoliador de riquezas y recursos, sigue siendo apuntalado por execrables sectores de poder que postulan una forma de vida sencillamente suicida e insostenible.

Alejados de la concepción de la “Pax romana”, que entiende a la paz como la mera situación en que una fuerza gobierna ejerciendo poder de forma unilateral, sin estar sometida a control alguno y sin respetar los derechos de aquellos a quienes gobierna, nosotros, por el contrario, y enhorabuena, propiciamos y defendemos la “Paz activa”. Entendemos por “Paz activa” aquella que no es producto de la ausencia de conflictos, sino de la capacidad de procesarlos adecuadamente sin recurrir a la violencia. Aquella que el bien común siempre va por delante y asume una visión crítica frente a todo lo que atenta contra el disfrute efectivo de los derechos y libertades de los seres humanos.

Quienes militamos en esta causa entendemos que la paz existe si sólo es consecuencia de un estado de cosas donde la dignidad humana y el respeto a la armonía planetaria están garantizados. En términos del notable luchador social Martin Luther King podemos afirmar que: “La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia”.

Desde la Secretaría Técnica de la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, alentamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a hacer de la “Paz activa” su propia razón de vida. Sólo una sociedad que logre cruzar el umbral del primitivismo que representan las distintas formas de violencia, que venza el individualismo egoísta y destructivo y que sepa cualificar las relaciones humanas y las formas de convivencia, podrá encontrar, reconocer y avanzar en la construcción de un proyecto de país y de mundo integrado, donde quepamos todos y todas, y donde la paz verdadera no sea ya un deseo sino una concreción defendida con tesón.

La paz es posible. Trabajemos por ella.